Durante un viaje a Corea del Sur, una de las compras fundamentales nada más aterrizar es la T-Money Card, es decir, una tarjeta recargable que podréis utilizar para pagar en los medios de transporte público en todo el país. La T-Money tiene una forma muy parecida a la de una tarjeta de crédito y funciona con el método llamado top-up, es decir, de recarga: cuando la compráis tiene un saldo igual a cero, pero podréis recargarla para añadirle dinero.
Qué es, para qué sirve y cómo usar la T-Money Card
Sirve para pagar rápidamente en los medios de transporte público en todo el territorio de Corea del Sur: autobuses, trenes, metro e incluso taxis. Sí, lo habéis leído bien: la T-Money funciona en todo el país, no solo en Seúl como dicen algunas leyendas urbanas.
Cuando os desplacéis de una ciudad a otra no tendréis que comprar otra tarjeta, porque de T-Money existe un solo tipo, utilizable en cualquier metrópoli, ciudad o pueblo.
Usarla es facilísimo: bastará con acercarla al lector que encontraréis en los tornos del metro o junto al conductor del autobús. Esperad a oír un sonido y mirad la pantalla para saber cuánto habéis gastado y si todo ha ido bien.
Recordad que al bajar del transporte público es necesario “validar la salida” (en el metro lo haréis en los tornos de salida), es decir, acercar nuevamente la tarjeta al lector, comunicando así al sistema que habéis bajado y pagando posibles tarifas adicionales.
Cuáles son las ventajas de utilizar la T-Money Card
Utilizando la T-Money tendréis varios tipos de ventajas, entre ellas dos descuentos: todos los trayectos en transporte costarán 100 won menos (no es una gran cantidad, pero algo es algo) y además no pagaréis los transbordos entre autobús y metro (o viceversa), como sí ocurriría con el billete “normal”.
Pero no se trata solo de ventajas económicas.
Durante vuestro viaje probablemente pasaréis mucho tiempo en grandes ciudades como Seúl o Busan, que no pueden recorrerse a pie: por lo tanto, acabaréis tomando el metro y el autobús varias veces al día, con la obligación de comprar los billetes (cuando tal vez ya vais con retraso), haciendo cola, contando las monedas y enfrentándoos a todos los problemas que surgen al no hablar el mismo idioma que el personal de taquilla.
La primera razón para comprar una T-Money Card es, sin duda, la rapidez: bastará con comprarla una vez y recargarla de vez en cuando para olvidaros del problema de adquirir billetes cada vez que subís al transporte público coreano. En resumen: siempre hay poco tiempo cuando se viaja, y de esta manera evitaréis perder cada día decenas de minutos valiosos.
Pero las ventajas no terminan aquí, porque hay muchísimos locales públicos que aceptan la tarjeta T-Money como método de pago. Podréis utilizarla en todos los convenience store (los pequeños supermercados de barrio, como por ejemplo los 7-Eleven), pero no solo eso: también es aceptada en muchos supermercados, restaurantes, bares e incluso en muchos puestos de comida callejera en los mercados.
Para saber si es posible pagar con la T-Money, bastará con llegar a la caja y buscar el “loguito”, que probablemente veréis en un dispositivo muy parecido a un TPV, que no es más que el lector.
Dónde comprar la T-Money Card en Corea del Sur
Una primera respuesta sería: en todas partes, pero mejor ser más específicos. La compra de la T-Money debería ser lo segundo que hagáis una vez entréis en el país: primero conseguís la moneda local, es decir, los wones coreanos (retirándolos del cajero o cambiándolos en una casa de cambio), y luego compráis la tarjeta.
Si también vosotros, como casi todos los turistas, entráis en Corea por el aeropuerto de Incheon en Seúl, sabed que justo en el aeropuerto tendréis muchísimas posibilidades de encontrar la tarjeta. Una vez recogido el equipaje y pasados los controles aduaneros, tendréis dos opciones: buscar un convenience store en la entrada del aeropuerto o dirigiros a una máquina expendedora que vende las T-Money Card. Las encontraréis en el Transit Center en la planta B1 tanto de la Terminal 1 como de la Terminal 2.
Probablemente habréis visto por internet que existen distintos tipos de T-Money Card: lo único que cambia es el diseño, el gráfico. Una tarjeta simple, sin diseño especial, cuesta 3.000 wones (dos euros), mientras que las más bonitas y coloridas cuestan entre 4.000 y 5.000 wones.
Si estáis buscando una tarjeta diferente a la estándar, os aconsejamos evitar las máquinas expendedoras y acudir a cualquier convenience store, donde encontraréis de todo tipo.
Una vez comprada, solo os queda recargarla.
Cómo recargar la tarjeta T-Money Card
Recargarla es facilísimo, no os preocupéis. Si estáis en un convenience store, bastará con pedir al cajero que os la recargue (top-up es la palabra clave), entregándole el dinero que queráis “cargar” en la tarjeta. Luego tendréis que colocar la tarjeta sobre el lector, esperar unos segundos y listo.
Si os gusta hacerlo por vuestra cuenta, en cada estación de metro encontraréis máquinas expendedoras que os permitirán recargar la T-Money de forma autónoma.
Cuando llegue el momento de abandonar el país, id a un convenience store y pedid que os devuelvan el dinero restante en la tarjeta (refund): en pocos segundos vuestra T-Money será anulada y os será devuelta con el dinero que aún contenga.
Si queréis consultar el saldo disponible en la tarjeta, una vez más, entrad en un convenience store y preguntad al cajero: simplemente tendréis que colocar la tarjeta sobre el lector. También podréis consultar vuestro saldo en las máquinas expendedoras de las que ya hemos hablado.
Si estáis a punto de embarcaros en un viaje al otro lado del mundo, deberéis organizaros bien: en esta sección del sitio encontraréis todas las guías que consultar antes de la salida.